La primera etapa es la etapa del garabateo, de 2 a 4 años; marcando los comienzos de la autoexpresión. Los garabatos pueden, a su vez, clasificarse en tres categorías principales: el garabateo desordenado, el garabateo controlado y el garabato con nombre.
La segunda etapa es la preesquemática, de los 4 a los 7 años, en la cual el niño hace los primeros intentos de representación, creando conscientemente ciertas formas relacionadas con el mundo que lo rodea.
Luego sigue la etapa esquemática, que comprende a los niños de 7 a 9 años. En esta etapa, después de mucha experimentación el niño llega a formarse un concepto definido del hombre y su ambiente.
La siguiente etapa es la denominada "edad de la pandilla", de 9 a 12 años. El rasgo sobresaliente de esta etapa es el descubrimiento que hace el niño de que es un miembro de una sociedad constituida por sus pares. Se comienza a desarrollar la independencia social respecto de la dominación de los adultos. Otro rasgo característico es el comienzo del realismo en sus dibujos, al ir tomando el niño conciencia de su mundo real, de modo progresivo.
La etapa pseudonaturalista, de 12 a 14 años, marca la edad del razonamiento. Esta etapa indica el fin del arte como actividad espontánea y señala el comienzo de un período de razonamiento en el que el niño se hace cada vez más crítico de sus propias producciones. Se observan intentos de naturalismo que representan la variación del rumbo hacia el modo adulto de la expresión.
La última etapa es el período de decisión, de los 14 a los 17 años. En esta etapa el arte se ha convertido en el producto de un esfuerzo consciente. Mientras que en los niños pequeños el arte es primordialmente una expresión inconsciente del yo; en este período se realiza un aprendizaje voluntario en el arte.